martes, 29 de noviembre de 2011

Crisis Moral

Cuando empecé a escribir este blog creí que solo iba a hacer una entrada. Van tres en tres semanas y no creo que esta sea la última. No aporto nada nuevo, nada que no se haya dicho ya, pero tal y como están las cosas hay algo que no podemos hacer. Ese algo es permanecer callados mientras los gobiernos de Europa, sus paises y regiones atropeyan los derechos de los ciudadanos y coartan su futuro.

Hace tiempo que en el mundo hay un problema, los lideres políticos, mercados, y a fuerza de repetirlo, también muchos ciudadanos lo llaman "Crisis económica". Ese mismo problema existe desde mucho tiempo antes de conocerlo bajo ese eufemismo. Lo que tenemos es una crisis moral (yo incluido), que lleva afectando al tercer mundo desde siempre. Solo ahora que nos afecta también a los que vivimos en paises desarollados lo hemos llamado crisis mundial. Mientras nosotros aspiramos a vivir mejor hay gente en otros paises que aspira a vivir.

Pero volvamos a Europa (que es lo que nos afecta interesa).

Los PIIGS (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España) son esos paises a los que el resto señala con el dedo como los culpables de ahondar esta crisis mientras con la otra mano les roban. Grecia, Portugal e Irlanda hipotecaron su futuro cuando aceptaron que los mercados financieros les ayudasen, recibieron un préstamo con unas condiciones inhumanas. Sí, he dicho inhumanas, y es que aunque los beneficiarios sean los paises, o mejor dicho, el sistema bancario de dichos paises quienes van a pagar esa deuda millonaria son las personas que viven en ellos. La "ayuda" consiste en recibir una cantidad que tendrán que devolver con un interés desorbitado, además de esta cantidad se dicta a sus gobiernos como deben actuar para poder saldar su deuda. La receta consiste en despidos masivos, reducción de salarios, subidas de impuestos y todos los recortes que se puedan imaginar. El resultado de poner en funcionamiento este plan de austeridad es una fuerte recesión económica, es decir, cada vez hay más gente sin trabajo y sus ciudadanos son cada vez más pobres y están más lejos de conseguir una vida digna para ellos y un futuro para sus hijos.

El caso de Italia y España no es tan distinto. A los italianos ya les han preparado un fondo de rescate para que no tengan que ser rescatados. Mientras estos dos paises (en realidad son los cinco) representan un producto muy atractivo para los inversores especuladores, en especial el caso español. Cada día estos paises buscan financiarse emitiendo deuda, que no debe ser otra cosa que pedir dinero prestado. Lo curioso es que a España le cuesta más vender esa deuda cuanto más bajo es el interés al que la tiene que devolver. Saben que tenemos capacidad para devolverlo, por eso insisten en tensar la cuerda y hacernos pagar más de lo que cualquier otro país en nuestra situación pagaría, no les preocupa que sus decisiones manden a la calle a miles de personas con tal de ganar unos cuantos euros más.

Ahora en España nos enfrentamos a un futuro incierto, el nuevo gobierno elegido por unos ciudadanos que se dejaron arrastrar por el criterio de los mercados está preparando las medidas oportunas para salir de la crisis. Dichas medidas no son otras que las que Alemania ha obligado tomar a los paises rescatados: Recortes y austeridad. Es curioso ver que se pretende salir de la crisis con las mismas medidas que están acabando de hundir a los que ya las han tomado y consultando primero a los banqueros, principales culpables de está situación. Lejos de buscar soluciones como castigar a esos culpables para acabar con la especulación, lo que hacen es premiarlos indultando a delincuentes ricos y permitiendo a otros recibir cuantiosas sumas por haber realizado un pésimo trabajo en concepto de indemnización o jubilación.

La falta de justicia, el todo vale, la corrupción y los privilegios de los que gozan estos señores debe acabar para poder ver la luz al final del túnel. Necesitamos cambios profundos en un sistema que tiende a olvidarse de los que más lo necesitan o las heridas de esta crisis se cerrarán (cuando se cierren) en falso para volver a abrirse unos años después. Por eso os invito a que no estéis en silencio, porque tenemos que ser quienes vamos a pagar los platos rotos de esta crisis los que digamos como queremos salir de ella y porque es nuestra obligación reclamar lo que es nuestro desde el momento en que nacemos: los derechos fundamentales de todas las personas.

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